En el tímpano sobre la puerta de la fachada principal, el espacio entre arcos ojivales típicos del gótico, aparecen representados los temas con los motivos más importantes del arte cristiano de su época. Para efectuar esta importante tarea, encomendada a los tallistas y pintores medievales, se realizó una combinación de escultura y pintura al fresco.
Puerta de la fachada principal de la basílica de Santa Maria del Mar
La escultura nos muestra a los personajes principales. En el centro y de mayor tamaño, para destacar su relevancia, aparece la figura del Maiestas Domini (Cristo en Majestad) mostrando las heridas del martirio (DEISIS). En este caso, una imagen que simboliza a Dios como
- sacerdote, está orando y bendiciendo, con sus brazos elevados
- juez universal, entronizado como entidad principal del cosmos cristiano medieval, de todos los seres, personas y almas presidiendo la escena del Juicio Final
- resucitado por su regreso de la muerte, explica la inmortalidad del dios, con la prueba de su resurrección, en la exhibición de las llagas de la pasión, representadas con agujeros de clavos, en las palmas de sus manos
Los dos personajes arrodillados son la Madre de Dios a su izquierda y San Juan Evangelista a su derecha. Éste es un personaje del que solo se tiene constancia a través del Evangelio de Juan, al que Cristo encomienda a su madre (la Virgen) durante la crucifixión, es decir es el apóstol más cercano a Cristo, el más amado por él.
Tímpano sobre la puerta principal de la basílica de Santa Maria del Mar
Por otro lado, las pinturas representan la misa de San Gregorio y la separación de los escogidos (puros de espíritu cuyas almas se elevan al cielo) y los réprobos (condenados que son expulsados y arrojados al infierno).
Se puede plantear una vinculación entre los motivos iconográficos del tímpano y el gran rosetón dedicado a la Coronación de la Virgen, que sigue un eje cargado de simbolismo desde la entrada de los fieles por la puerta del templo hacia el impresionante rosetón, lleno de símbolos cósmicos (Sol y Luna) hacia una búsqueda de la Luz Divina siendo una basílica dedicada a María.
La misa de San Gregorio es un motivo de la iconografía de la Historia del Arte que será muy utilizado a finales de la Edad Media hasta el s.XVI (leyenda según la cual San Gregorio Magno, personaje del s.VII d.C, celebraba una misa en la iglesia de la Santa Cruz de Jerusalén, ubicada en Roma, cuando uno de los asistentes dudó de la presencia de Cristo en la hostia consagrada. En ese mismo momento Cristo apareció en el altar del templo mostrando los estigmas de los que brotaba su sangre).
Misa de Sant Gregori en el tímpano de Santa María del Mar
Juicio Final:
Es el tema principal de la escultura románica de las portadas a partir del s.XII. Santa María del Mar fue construida en 1329 (s.XIV, en pleno arte gótico) y nos encontramos pues ante un tema pasado de moda para su tiempo, puesto que el gótico desarrolló una gran devoción mariana. Hemos de tener en cuenta que la Virgen sí es el tema principal de toda la Basílica.
En la Edad Media la vida está continuamente enfrentada a la muerte ya que la esperanza de vida es de 30-35 años.
“Al hombre de la Edad Media no le queda otro remedio que aceptar la Muerte como acompañante, tímida y paulatinamente, pero sabiendo que ella, la omnipresente, forma parte de la vida terrenal (…) se vive desde la Muerte“. Otto Borst
El temor a la muerte de las personas, por muy físico y existencial que fuese, era sobre todo un profundo temor religioso, puesto que la muerte no significaba el fin de la vida, sino que, según la doctrina cristiana, continúa en el Más Allá. A todos los moribundos les consumía la conciencia de si serían partícipes de la clemencia divina o si estarían sometidos a los suplicios del infierno. El juicio que lo decide es el JUICIO FINAL, que representa al mismo tiempo el fin de todos los tiempos. El demonio reina en el infierno y reparte las condenas.
De la puerta del infierno salen las fauces abiertas del LEVIATÁN (aquí aparecen cerradas y el monstruo expectante, como esperando a ver quién cae) que devora a los condenados y los lanza a las profundidades infernales.
Detalle del Leviatán, la representación de la Puerta del Infierno
Este monstruo proviene de la mitología fenicia, siendo un mito agrario (vestigios de Ras-Shamra). Símbolo del nubarrón tempestuoso que abate Baal para llevar sobre la tierra la lluvia bienhechora.
Aparece en la cosmogonía babilónica.
Según la Biblia es el monstruo del caos primitivo, que fue vencido por Dios pero que podía despertarse con facilidad si se maldecía el orden establecido, por lo tanto en la Biblia es un monstruo que conviene no despertar, evocado en Job, Salmos y Apocalipsis. Encarna la resistencia a Dios del poder del mal.
“Sólo con verlo caerías por tierra. Se vuelve feroz al ser despertado, ¿Quién sería capaz de resistirlo?” (Job 41,1-2)
Siempre vivo en el mar, donde reposa adormecido si no se le excita. Está inspirado en el cocodrilo, símbolo de Egipto, que dejó crueles recuerdos en los hebreos y evoca la imagen del monstruo vencido por Yahvéh en los orígenes.